Fecha: 25 de mayo de 2025
El próximo sábado, día 31 por la mañana, se celebrará la Asamblea diocesana en la Casa de la Iglesia. Se convoca cada año a finales de este mes como recogiendo los frutos (iniciativas, actividades…) del curso pastoral diocesano que acaba. Es cierto que ha habido otras convocatorias a lo largo del año como la Fiesta del Envío, la Jornada del Jubileo en la Seu Vella, la Misa Crismal y otras muchas, pero esta Asamblea final tiene un especial significado: combina reunión y estudio, oración y fiesta, encuentro general compartiendo ideas, dificultades y esperanzas entre todos los asistentes que acuden desde los distintos puntos de la geografía de la diócesis y desde todos los sectores pastorales con vitalidad y presencia entre nosotros.
La Asamblea es un acontecimiento muy querido por quienes tienen alguna vinculación con las distintas responsabilidades diocesanas; lleva muchos años de desarrollo con buenos resultados pastorales siguiendo las orientaciones pontificias que en cada período se proponen y con aplicaciones concretas para nuestra realidad diocesana y parroquial. En ese sentido los últimos años se han centrado en el Sínodo que convocó el papa Francisco el año 2021 colaborando con las aportaciones que se nos pedían y trabajando por grupos los documentos que nos llegaban desde la Secretaría Sinodal. También respondiendo con presteza a la propuesta del Jubileo. No cabe la menor duda de que la sintonía entre los diversos niveles favorece la unidad de criterios para aplicar los planes pastorales. Asimismo se recogió con provecho en nuestra diócesis la serie de indicaciones del Concilio Provincial Tarraconense en el que participó un buen número de representantes leridanos. Evito recordar la síntesis del pasado año porque se consignó en un documento de trabajo que fue objeto de estudio por las distintas comunidades.
Como cada año se ha propuesto un lema distintivo para esta Asamblea que sirve de hilo conductor para las iniciativas y objetivos que deseamos alcanzar. CAMINO SINODAL, CAMINO DE ESPERANZA es el lema para este año que pretende unir lo que vive la Iglesia universal con nuestra realidad diocesana. En cuanto al método se busca que sea muy participativo: lectura individual, reuniones en grupos pequeños con personas de distinta procedencia, diálogo general y conclusiones que sirvan para elaborar el proyecto pastoral para el próximo curso. Todo ello con la ponencia inicial sobre las conclusiones del último Sínodo y con otra que dará conocer el trabajo realizado por los sectores de la diócesis el pasado año. Esto último es una especie de revisión en consonancia con las grandes preocupaciones y retos que la Iglesia vive y se plantea.
Para el primer punto contaremos con la presencia de alguien que ha vivido la experiencia del Sínodo; es responsable de un importante movimiento laical, la Acción Católica General, que está presente en todas las diócesis y realiza sus trabajos en las comunidades parroquiales. Eva Fernández es la Presidenta de este movimiento apostólico y proviene de la diócesis de Santiago de Compostela. Para el segundo punto daremos la voz a la directora del Secretariado de Cofradías, Montserrat Sánchez, que tratará de resumir el trabajo hecho en la diócesis. En ambos puntos se buscará la coincidencia en los temas planteados en la Asamblea anterior y las preocupaciones sinodales: la espiritualidad con los momentos y lugares de la reflexión y la plegaria, la evangelización como responsabilidad de todos los bautizados, la corresponsabilidad en todas las tareas pastorales, la renovación parroquial y la formación permanente de cada uno como un servicio a la sociedad.
Esta nota sirve como invitación a participar en esta Asamblea. Necesitamos la voz de todos.