Fecha: 22 de junio de 2025

Las dos palabras latinas que sirven de título de este comentario son tan conocidas y repetidas por todos nosotros que no necesitan traducción. La primera se refiere al Cuerpo de Cristo y todo lo Él significa en su vida terrena y su permanencia con nosotros en la Eucaristía. La segunda se refiere a la caridad cristiana, distintivo de todo seguidor de Cristo; está presente de una forma clara en los primeros escritos de los Apóstoles y continúa presente en la secular vida de la Iglesia. Lo que ahora llamamos CÁRITAS es una institución que organiza de una forma actual la caridad de siempre. Y lo hace internacionalmente, dentro de cada nación, en la diócesis y en cada parroquia; es una capilaridad que ayuda a comprender y aceptar en todos los niveles la exigencia del mandato de Cristo. Ningún cristiano puede argüir ignorancia, todos conocen el servicio de su misión.

En esta fiesta se unen las dos dimensiones esenciales de la vida cristiana: la presencia y adoración a Jesucristo y la preocupación por los semejantes más necesitados. Y también en estos momentos todos los niveles de CARITAS hacen una llamada para implicar a todos en esta tarea y para dar cuenta de las iniciativas y realizaciones del último año.

Reproduzco a continuación el texto introductorio que presenta nuestra institución caritativa en la MEMORIA, en papel y en digital, se distribuye por todas partes:

Es un gran motivo de alegría y satisfacción dar a conocer la MEMORIA que cada año presenta a nuestra sociedad, en nombre de la Iglesia, la institución CARITAS DIOCESANA DE LLEIDA. Me parece que con estas palabras no sería necesario añadir nada más porque esta institución es muy conocida por todos los estamentos de nuestro entorno y es muy valorada su actuación constante y efectiva en favor de los más necesitados y excluidos. Porque, además, las personas concretas que hacen posible todo ello, participan en muchos centros parroquiales atendiendo con amabilidad a quien acude buscando ayuda, colaboran con otras instituciones civiles o se responsabilizan del personal empleado y de los voluntarios de esta evangélica empresa.

La motivación de todos aquellos que mueven nuestras Cáritas radica, como explicaba el papa León XIV en una de sus primeras manifestaciones, en el amor y en la unidad. El Santo Padre lo afirmaba con convicción y su rostro transmitía seguridad y coherencia. Muchos oyentes aplaudían y se sentían cercanos y atraídos por este singular mensaje, de sobra conocido por todos nosotros, y que conduce a Jesucristo cuyo mandato de amor a Dios y a los hermanos nos interpela y nos compromete a los bautizados ofreciendo este regalo como un servicio auténtico a toda la sociedad. También queda clara su petición de unidad, cuando la expresa en la oración al Padre Dios, en los momentos previos a su Muerte. Es un mensaje tajante que leemos en el evangelista san Juan.

Esta reflexión se acomoda a la perfección con las acciones que muestra esta MEMORIA que ofrecemos a todos en la fiesta del CORPUS CHRISTI donde la caridad es elevada a la categoría de lo infinito en el amor de Dios; y realizada a diario por el conjunto de personas vinculadas a la institución caritativa de la Iglesia a las que agradecemos sinceramente su dedicación.

Que las palabras, los datos y las intuiciones reflejadas cumplan con la obligación de dar cuentas anuales a la comunidad eclesial y a toda la sociedad y, como consecuencia, promuevan la esperanza de mejorar nuestro entorno y la casa común de toda la humanidad como regalo de Dios.