El Gobierno de la Generalitat se sumó a la celebración del 150 aniversario del nacimiento del cardenal Francesc d’Assís Vidal i Barraquer, arzobispo de Tarragona (Cambrils 1868 – Friburgo 1943). El miércoles 7 de noviembre en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat tuvo lugar un solemne acto de homenaje al cardenal tarraconense, presidido por M. H. Sr. Quim Torra, presidente de la Generalitat.

Al acto asistieron el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol; el cardenal Lluís Martínez Sistach; el obispo auxiliar de Barcelona, ​​Sergi Gordo; el abad de Poblet, Octavi Vilà; el vicario general de Urgell, Josep M. Mauri; el vicesecretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense, Norbert Miracle; y el presidente de la Unión de Religiosos de Cataluña, Màxim Muñoz. Entre las autoridades civiles, además del presidente Torra, estaban presentes la Consejera de Justicia, Ester Capella; el expresidente Joan Rigol; el presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet; los alcaldes de Cambrils y Montblanc, Camí Mendoza y Josep Andreu; y el director general de Asuntos Religiosos, Marcel·lí Joan. También tenían un lugar destacado un grupo de miembros de la familia Vidal i Barraquer.

La parte central del acto consistió en una conferencia de Mn. Manuel María Fuentes, canónigo director del Archivo Histórico Arquidiocesano de Tarragona y vicario episcopal. Mosén Fuentes hizo hincapié en la coherencia entre el pensamiento y la acción de Vidal i Barraquer, y especialmente en la voluntad pacificadora del Cardenal. También defendió la memoria del Cardenal que durante la posguerra fue calumniado por el régimen franquista, que intentó de muchas maneras obtener su destitución de la sede tarraconense, y acabó remarcando que en su vida se procede el epitafio que figura en la tumba del papa Gregorio VII: «he amado la justicia y he aburrido la iniquidad. Por eso, muero en el exilio».

El presidente Torra afirmó que recordar figuras como Vidal y Barraquer, «es un acto de dignidad», y recordó la visita que él hizo hace pocos días en la Cartuja suiza de la Valsainte donde murió el cardenal para homenajearlo.

Durante el acto también ejecutaron varias interpretaciones musicales la Coral Verge del Camí de Cambrils, coincidiendo con la celebración de su 50 aniversario.