Fecha: 17 de diciembre de 2023

Vamos avanzando en nuestro camino hacia Navidad, un camino de gozo y esperanza. Hoy, tercer domingo de Adviento, la liturgia nos invita a intensificar la alegría y agradecimiento ante el misterio del nacimiento del Hijo de Dios, para el cual nos estamos preparando. Celebramos hoy el domingo llamado Gaudete, que se inspira en lo que dice san Pablo en su carta a los cristianos de Filipo: «Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. El Señor está cerca» (Flp 4,4). Estamos invitados a compartir e irradiar a nuestro alrededor la alegría del encuentro con el Señor.

Cuando hace seis años tuve que buscar un lema episcopal, escogí el siguiente: «Servid al Señor con alegría» (Sal 99,2). Y consideré que aquel servicio para el cual me llamaba el Señor no era solo un llamamiento para mí, para servirlo únicamente yo a Él, sino que deseé que se convirtiera en un lema eclesial, comunitario, sinodal, de fe compartida, de servicio gozoso compartido. En efecto, la antífona dice «servid», no dice «sirve». Dice «servid», todos y todas, fraternalmente, yo con vosotros, y vosotros conmigo, todos siempre muy unidos sirviendo al Señor, especialmente en sus predilectos: los enfermos, los débiles y agotados por cualquier circunstancia, los pobres y necesitados. Todos al servicio del Señor, y con alegría. Una alegría no provocada únicamente por unas circunstancias favorables o por un talante optimista. Es la alegría que nunca nadie nos podrá quitar, el gozo que nace de vivir en el amor del Padre, el gozo que nace del corazón de quien alaba al Señor porque vive la alegría de ser suyo, todo suyo.

Ojalá mostremos en el mundo la verdadera alegría de haber encontrado a Jesús, la alegría de haber experimentado el amor gratuito de Dios que nos perdona y confía en nosotros para difundir por todas partes la alegría del Evangelio, como discípulos suyos misioneros. Todo el Adviento es un llamamiento para despertarnos del sueño de la rutina y renunciar a la mediocridad, abandonar la tristeza y descartar el desaliento. Vivamos alegres y contentos en el Señor, para llegar con alegría a las fiestas de Navidad y celebrarlas con el gozo del Espíritu.