El lunes 13 de julio de 2015, por la tarde, tuvo lugar, en el Aula Magna del Seminario Conciliar de Barcelona, ​​llena a rebosar, la sesión de apertura diocesana de la Causa de beatificación de la sierva de Dios Rosa Deulofeu González, presidida por el cardenal arzobispo de Barcelona, ​​Dr. Lluís Martínez Sistach.
Rosa Deulofeu nació en Barcelona el 29 de abril de 1959 y ya desde pequeña participó en la vida parroquial juvenil de Sant Just i Pastor y muy especialmente en el grupo scout de la parroquia de Sant Jaume. Vivió intensamente su vida profesional como administrativa, buscando pero también el sentido último de su vida. Había crecido en el seno de una familia cristiana, una familia que vivía profundamente su fe participando en las actividades parroquiales y en los movimientos de su época. A los 22 años entró en contacto con el grupo Clara Eulalia, un grupo de Iglesia de la diócesis de Barcelona, para hacer su discernimiento vocacional.
Rosa Deulofeu fue una mujer que buscaba profundamente ser fiel a la llamada de Dios. Por ello, en los años ochenta, en que se concretó su vocación de servicio a la Iglesia diocesana en la evangelización de los jóvenes, inició su trabajo en el campo de la educación en el tiempo libre en el Movimiento de Centros de Esplai Cristianos. Dentro de este movimiento desarrolló primero el cargo de secretaria general y unos años más tarde ocupó la presidencia de la Fundación Pere Tarrés. En esta misma época, en 1990, el arzobispo de Barcelona, ​​el cardenal Ricard Maria Carles, le propuso ser delegada de Pastoral de Juventud de la diócesis, cargo que ella aceptó para dedicarse plenamente a los jóvenes y para impulsar la pastoral juvenil. Años más tarde, en el ámbito de la Tarraconense, fue nombrada también coordinadora del Secretariado Interdiocesano de Pastoral de Juventud.
Fueron unos años muy intensos de dedicación de Rosa Deulofeu a los jóvenes y a la Iglesia. Colaboró con mucha ilusión en el multitudinario encuentro del Papa Juan Pablo II con los jóvenes en el aeródromo de Cuatro Vientos, en su viaje a España en mayo de 2003. Poco después, Rosa enfermó y soportó con firmeza largos meses de dolor, hasta la tarde del 5 de enero de 2004, en el que, apenas terminando de rezar el Padrenuestro, murió en una clínica de Barcelona.
El entierro de Rosa Deulofeu tuvo lugar el día 7 de enero, en la parroquia de San Agustín de Barcelona, ​​donde su hermano Antonio era rector. Una parroquia que quedó pequeña ante la multitud de gente de todas las edades y procedencias, que la habían conocido y querido y habían captado su profundidad como persona y como cristiana, e intuían su santidad.
La sesión de apertura de la Causa de beatificación de Rosa Deulofeu se ha iniciado con una oración al Espíritu Santo y ha proseguido con las formalidades jurídicas propias de este acto, entre las cuales la lectura de la carta de la Congregación de las Causas de los Santos concediendo el nihil obstat para la introducción de la Causa, la referencia al preceptivo visto bueno de la Conferencia Episcopal Tarraconense y la lectura del decreto del cardenal arzobispo de Barcelona por el que introduce la Causa y constituye el Tribunal, formado por el Dr. Santiago Bueno, juez delegado; el P. Vicente Benedito, OP, promotor de justicia y la Sra. Chiara Rostagno, notaria actuaria. El Postulador para la fase diocesana de la Causa que ahora se inicia es el hermano marista Mariano Santamaría.
Tras el juramento de los cargos mencionados, el Postulador ha presentado la lista de testigos que, a partir del día 10 de septiembre, en la sede del Tribunal Eclesiástico de Barcelona, ​​comenzarán a testificar en relación a la vida y obra de Rosa Deulofeu.
Con unas palabras del Sr. Cardenal Martínez Sistach y el canto del Virolai, se ha concluido el emotivo acto.

Barcelona, ​​14 de julio de 2015

Fuente : Gabinet d’Informació de l’Església a Catalunya