Las Hermanas Fidela Oller, Josefa Monrabal y Facunda Margenat, que desarrollaron su labor con el Instituto de Religiosas de San José de Gerona, fueron beatificadas el día 5 de septiembre el marco de una multitudinaria ceremonia en la Catedral de Girona presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. La acompañaron el cardenal Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y el Obispo de Girona, Francesc Pardo. También estuvieron presentes Mons. Lluís Martinez Sistach, Cardenal de Barcelona; Mons. Jaume Pujol, Arzobispo de Tarragona; Mons. Joan-Enric Vives, Arzobispo de Urgell, el Rvdmo. P. Josep M. Soler, Abad de Montserrat y Mons. Renzo Fratini, nuncio apostólico en España y Andorra, entre otros prelados.

Unos 2.000 fieles provenientes de todo el mundo quisieron acompañar las hermanas del Instituto en este día histórico, reuniéndose en la catedral y en sus alrededores, donde se pudo seguir la ceremonia a través de una pantalla gigante. A la ceremonia concelebraron más de un centenar de sacerdotes, entre ellos 15 obispos y cardenales, además de familiares de las beatificadas, autoridades políticas y civiles.

Durante su homilía, el delegado del Francisco, el cardenal Angelo Amato reconoció el testimonio valiente de vida de las religiosas mártires, de quien dijo «eran personas virtuosas, ejemplares, auténticas reservas de la caridad de Dios para con los enfermos». También se refirió a «la herencia preciosa que dejan sus hermanas, invitándolas a continuar con alegría y sacrificio el apostolado en el mundo del sufrimiento, prestando asistencia corporal y espiritual a los enfermos».

El cardenal Amato también recordó que «aún en nuestros días, los cristianos son la minoría más perseguida del mundo. Algunas estadísticas señalan que la cifra de cristianos muertos a causa directa o indirecta de su fe son más de 100.00 cada año».

Uno de los momentos más relevantes de la ceremonia tuvo lugar después de la pronunciación de la fórmula solemne de beatificación por parte del cardenal Amato, cuando se descubriré la imagen de las nuevas beatas. Sin embargo, otro punto destacado de la misa fue el traslado en el altar de las reliquias de las tres beatas, llevadas por hermanas del Instituto y familiares.

Al finalizar la celebración, el obispo de Girona, Francesc Pardo remarcó, dirigiéndose a todas las religiosas de San José de Gerona: «La beatificación de sus hermanas mártires manifiesta la veracidad del Evangelio que vivís y testimoniar».

Tras la ceremonia, la Madre Mª Carmen García, superiora general del Instituto de Religiosas de San José de Gerona, añadió que «hoy es un día histórico para nuestro Instituto, estamos plenamente emocionadas y agradecidas por este reconocimiento a la labor de las nuestras hermanas. Esto nos reafirma en la misión que seguimos realizando actualmente: aliviar el dolor y sembrar la paz «.

La presencia de fieles llegados de diez países diferentes, puso de manifiesto la universalidad de la labor realizada en todo el mundo por el Instituto de Religiosas de San José de Gerona, presente actualmente en 54 comunidades repartidas por Europa, África y Latinoamérica.

Los más de 7.000 euros recaudados a través de las inscripciones se destinarán íntegramente a las entidades benéficas Médicos sin Fronteras y Ayuda a la Iglesia Necesitada, que trabajan con los afectados por la persecución religiosa en Siria y por la crisis migratoria del Mediterráneo.

Las hermanas mártires que fueron beatificadas, y que pertenecían al Instituto de Religiosas de San José de Gerona, son Fidela Oller (Banyoles, 1869), Facunda Margenat (Girona, 1876), así como Josefa Monrabal (Gandía, 1901). Las tres ofrecieron testimonio de fidelidad a Jesucristo al ser asesinadas por su condición de religiosas en la persecución religiosa que tuvo lugar de 1931 a 1939.

Fidela Oller, la madre buena y prudente, ejerció su labor en localidades gerundenses como Banyoles, Girona, Olot, Malgrat de Mar, Camprodon y Palamós. Por su parte, la hermana Josefa Monrabal, destinada a la capital gerundense, es recordada por su humildad y elegancia en el trato a los enfermos. Ambas fueron martirizadas en el camino de Xeresa (Valencia).

La tercera de las mártires, la hermana Facunda Margenat, que se caracterizaba por su caridad, sencillez y gran personalidad, también a ejercer en varios municipios del Baix Empordà, entre otros, a pesar de que vivía en Barcelona en el momento del martirio.

Fundado en 1870 por la venerable María Gay Tibau, el Instituto de Religiosas de San José de Gerona (IRSJG) desarrolla su labor en los ámbitos de la salud, la educación y la asistencia geriátrica, llevando a cabo una labor de acompañamiento en la enfermedad, la vejez y la marginalidad.

Actualmente, el Instituto está presente en tres continentes -Europa, América Latina y África-, desarrollando el legado de la Fundadora de «aliviar el dolor y sembrar la paz» entre los más desfavorecidos. Así, más de 400 hermanas colaboran en las 54 comunidades repartidas por todo el mundo.

La obra social del Instituto tiene como finalidad la atención en los centros de proximidad europeos, así como la asistencia de las necesidades de países y zonas de África y América Latina. Destacan proyectos concretos como los centros de asistencia y promoción de la salud en Ruba, Nyarusange, N’kolondom y Bata en territorio africano así como Aguablanca, Arequipa y Lima en América Latina. La acción de la obra social impacta de forma positiva en más de 200.000 personas anualmente.

Fuente: MCS Obispado de Girona