Fecha: 24 de octubre de 2021

Cuando hablamos de las misiones nos imaginamos y normalmente pensamos en aquellos lugares lejanos donde todavía no se conoce el Evangelio o bien se está predicando por primera vez y la Iglesia todavía no está totalmente establecida ni organizada.

Ello también sucedió hace siglos en nuestras tierras y sigue sucediendo ahora en muchos lugares del mundo. Fue Jesús quien antes de la Ascensión al cielo reunió a sus apóstoles y les dijo: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 28,18-20).

Así lo hicieron ellos y así llegaron a nuestra tierra para predicar el Evangelio, y así continúan haciéndolo actualmente muchos sacerdotes, religiosos y religiosas y también laicos que se sienten enviados a todos los pueblos de la tierra confiando en su palabra.

Es cierto que vivimos unos momentos en los que se habla de Europa y de todo el mundo occidental como de tierras de misión, y el papa san Juan Pablo II nos hablaba años ha de la necesidad de una nueva evangelización. Pero no cabe duda de que todos debemos sentirnos comprometidos en la tarea que realiza la Iglesia, los misioneros, en muchos lugares y pueblos lejanos donde viven hermanos nuestros que todavía no son cristianos, que noconocen el amor que Dios les tiene.

Celebramos un año más en este domingo el Día Mundial de las Misiones, DOMUND, día en que en todas las parroquias y comunidades del mundo recogemos la colecta para las necesidades de las misiones y al mismo tiempo rezamos tanto por los misioneros como por quienes reciben su predicación, para que la gracia y la fuerza del Espíritu Santo llegue hasta ellos y les haga ser verdaderos cristianos.

Nuestra diócesis tiene actualmente dos sacerdotes diocesanos en tierras de misión: Mn. Manuel Homar en Cuba, y Mn. Xavier Serra en  Venezuela. Y también laicos y religiosos y religiosas que trabajan en las misiones dedicando su tiempo y su vida. Quisiera citar unas palabras de Mn. Xavier Serra desde su “misión” en la región de Canaima, en la selva amazónica de Venezuela dese hace años y que nos dice: “Cuando era pequeño quería ser misionero, entre otras cosas. Llevar el amor de Dios a todas partes, especialmente a los lugares más lejanos, donde no tienen quien les haga presente la Buena Nueva del Evangelio. Ser portador de esperanza, de luz, de amor, del sentido de la vida, de la felicidad auténtica”. Hoy les recordamos especialmente, pedimos la ayuda económica para la obra de las misiones y rezamos por ellos.