El domingo 21 de enero el cardenal arzobispo de Barcelona Juan José Omella tomó posesión de su título cardenalicio de la Basílica romana de la Santa Cruz de Jerusalén (Santa Croce in Gerusalemme) en la ciudad de Roma.
Concelebraron con el Cardenal Omella el rector parroquial, Mons. Gino Amicarelli, el arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro, y los obispos auxiliares de Barcelona Mons. Sergi Gordo y Mons. Antoni Vadell.
Durante la homilía, el cardenal dio las gracias al Señor por este «regalo» , de la toma de posesión. Tal como dijo, «un regalo» como lo es todo lo que sucede durante nuestra vida, y que hay que devolver con la ofrenda de nuestros actos durante nuestra vida. También, agradeció al Papa la confianza depositada en él, con quien se compromete a ofrecer el mejor servicio con su ministerio.
Comentando el Evangelio del día, recordando la llamada que hace el Señor a » ser apóstoles y misioneros en medio de nuestro mundo» se preguntaba «cómo podemos convertirnos en misioneros?». Y contestaba que había que evangelizar según la inspiración propuesta por el Papa Francisco en su exhortación la Alegría del Evangelio ( Evangelii Gaudium ). Siguiendo la exhortación del Papa, mencionó tres claves para actuar según los apóstoles. De entrada » ser santos «, no de palabra sino con actos, con el fin de «dar ejemplo a la comunidad». «Si de verdad vivimos con unidad, comunión, amor y perdón dentro de nuestras parroquias, comunidades familiares y presbiterales conseguiremos que los demás se sientan atraídos a conocer al Señor y se les animará a compartir esta vida» . En segundo lugar, destacó mostrarnos » alegres y esperanzadores «, ya que la alegría » estimula el encuentro con las personas y con Dios «. «La felicidad brota donde hay amor, donde uno sabe cómo ser amado, y es consciente de que cuenta para alguien». Finalmente, destacó el » servicio a los pobres «, tal como Dios pide al Evangelio y como el Papa nos recuerda. » El Papa Francisco nos recuerda que la autenticidad de nuestra fe pasa precisamente por el amor y el servicio a los más pobres «. «Esta forma de proceder es lo que hace creíble nuestra evangelización».
Actualmente el Cardenal Omella es Miembro de la Congregación para los Obispos desde noviembre de 2014, y fue renovado en diciembre de 2017. El 23 de diciembre de 2017, el Papa lo nombró también miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.