La Universitat Catalana d’Estiu (UCE) que este año ha celebrado su 52ª edición en Prada de Conflent, del 16 al 23 de agosto de 2020, programó un acto para conmemorar el vigésimo quinto aniversario del Concilio Provincial Tarraconense. El día 20 de agosto al mediodía intervinieron el decano de la Facultad de Teología de Cataluña, Dr. Joan Torra, y el arzobispo metropolitano de Tarragona, Dr. Joan Planellas.

Fueron presentados por el Dr. Joan Maluquer, gerente de la UCE, que recordó como la edición de la UCE del 1991 el obispo de Solsona, Mons. Antoni Deig dictó una conferencia que tuvo una notable repercusión en ese momento. Asimismo remarcó que la UCE es una universidad abierta a todos los aspectos de la sociedad y la historia del país.

El decano Juan Torra, que fue uno de los participantes del CPT como vicario del obispado de Vic, remarcó que todas las celebraciones que hasta ahora se habían convocado para conmemorar este evento han tenido que aplazar debido a la pandemia del Covidien-19. El Dr. Torra hizo un repaso de los años previos a la convocatoria del Concilio Provincial Tarraconense, y especialmente de la extraordinaria participación de los fieles a partir de la convocatoria hecha por el entonces metropolitano de Tarragona, Dr. Ramon Torrella. Expuso los cuatro grandes ejes del trabajo de preparación, y remarcó la importancia de la primera resolución de los documentos del Concilio, el llamado «delantal». Expuso todo lo que se ha hecho desde entonces y también todo lo que aún queda por hacer. El Dr. Torra explicó que el Concilio Provincial Tarraconense fue para nuestras iglesias diocesanas una extraordinaria recepción del Concilio Vaticano II en nuestras tierras para impulsar la unidad pastoral de nuestras iglesias diocesanas de cara a la misión evangelizadora.

El arzobispo Planellas señaló que el Concilio Provincial se hace las dos mismas preguntas del Vaticano II: «Iglesia, ¿qué dices de ti misma y cuál es tu misión (como los dos movimientos del corazón, de contracción y de expansión). Con el intento de devolver al mensaje genuino del Evangelio de Jesús ». Mons. Planellas puso de relieve los cambios que durante estos veinticinco años se han producido en nuestro mundo y señaló las pautas de futuro para la misión de nuestra Iglesia hacia dentro y hacia fuera.

En un tiempo de incertidumbre como el que estamos viviendo, Mons. Planellas dijo que la Iglesia «puede ofrecer una contribución fundamental a dos niveles: Primero, una tarea capilar ser factor de reconciliación, que promueva la cultura del encuentro y el diálogo; que intervenga con su experiencia secular en mediaciones y negociaciones, sin abandonar la profecía de la inclusión, la paz y la justicia».

Remarcó el hecho de que la Iglesia necesita de la universidad en su presente y en su futuro inmediato. Además del diálogo constante con el mundo de la cultura en todos los ámbitos, Mons. Planellas, afirmó que hay que impulsar el trabajo universitario y recordó el trabajo que hace el Ateneo Universitario San Paciano con sus facultades junto con la red de Institutos Superiores de Ciencias Religiosas a las diversas diócesis.

Terminó recordando que «el objetivo de la política no es otro que garantizar la convivencia de los ciudadanos en paz, libertad y justicia» y en este sentido aseguró que la Iglesia quiere contribuir a crear concordia.