Fecha: 11 de febrero de 2024

Bajo el lema El efecto ser humano Manos Unidas nos invita este año 2024 a ser conscientes de que los efectos provocados por el maltrato al planeta generan una clara desigualdad puesto que, como afirma el Papa Francisco, “los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la gente más pobre” (encíclica Laudato Si’, 48). “Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes. Nadie puede ignorar que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusual, sequía y otros quejidos de la tierra que son sólo algunas expresiones palpables de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos” (encíclica Laudate Deum, 5).

Los seres humanos, con nuestro modo de vida, estamos transformando el planeta. Los cambios en el clima, la pérdida de las cosechas, la carencia de agua, los incendios forestales, los fenómenos meteorológicos extremos, afectan sobre todo a los más empobrecidos.

Desde la campaña de Manos Unidas de este año se nos invita, aun así, a la esperanza. Contando con la ayuda de Dios, tenemos también en nuestras manos la posibilidad de parar el círculo vicioso de la desigualdad. Apoyando a la campaña de Manos Unidas podemos alzar la voz y mostrar que somos “la única especie capaz de cambiar el planeta.” Como nos recuerda el Papa Francisco, el compromiso por el cambio climático brota de nuestra fe auténtica que “no sólo da fuerzas al corazón humano, sino que transforma la vida entera, transfigura los propios objetivos, ilumina la relación con los demás y los lazos con todo lo creado.” (Laudate Deum, 61).

Todas las personas tenemos que tomar decisiones valientes y pasar a ser responsables proactivos en la lucha contra la desigualdad y el cuidado de nuestro planeta. Una manera de hacerlo es siendo generosos con nuestra colaboración económica en las colectas de las misas dominicales que en este fin de semana se destinarán a Manos Unidas. Con el fondo económico que se recoja contribuiremos a apoyar y financiar varios proyectos de cooperación y desarrollo en países del Sur.

Que seamos, Señor, manos unidas en oración y en don. Manos unidas a las manos de los más pobres y desvalidos. Manos unidas que dan lo que reciben. Siempre más manos. Siempre más unidas.