El 19 y 20 de mayo de 2018, fin de semana de Pentecostés, se celebró en Tortosa y Sant Carles de la Ràpita un encuentro de jóvenes católicos de las diez diócesis con sede en Cataluña y Mallorca.
Reír y llorar, gritar y saltar, bailar y orar. Todo ello se ha dado en pocas horas en el Aplec de l’Esperit. Con la música como protagonista, el sábado por la mañana en el parque de Teodor González, y por la noche, con los conciertos de alabanza de Worship Central y Worship.cat. Los jóvenes no han parado de moverse y de buscar a Dios en todo este fin de semana, escuchando testimonios de fe en Tortosa y renovando las promesas del bautismo en Sant Carles de la Ràpita.
El lema del Aplec de l’Esperit 2018, Cristo es la vida, está «inspirado en el río Ebro que pasa por esta ciudad», apuntaba el arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), Jaume Pujol, en su carta dominical. «Del mismo modo que el agua del río genera vida por los lugares por donde pasa, creemos que Cristo debe vertebrar y dar vida a los jóvenes de nuestras diócesis».
Tortosa ha sido la diócesis anfitriona de este 12º Aplec de l’Esperit: «Es una alegría poder acoger a todos los jóvenes de los otros obispados de Cataluña» – afirmó Enrique Benavent, obispo de Tortosa, en el acto de acogida en el Parque Teodoro González – «es para nosotros la primera vez que celebramos el Encuentro: es un reto, pero sobre todo una ilusión».
Benavent ha querido destacar la participación de 200 voluntarios tortosinos en la organización del Encuentro y la inmensa ayuda que ello supone para unir a los jóvenes de su diócesis y también a los de toda Cataluña: «Nos ayuda a conocer a los jóvenes de todos los obispados, a compartir un día nuestra fe, y eso pienso que para los jóvenes es importante, porque estos encuentros les descubren a muchos de ellos que no están solos».
En la misma línea se expresaba Francesc Pardo, obispo de Girona y responsable de la Pastoral de Juventud de la CET: «Es un estímulo importante, sobre todo para estos chicos y chicas que son de pueblos, que se encuentran a veces muy solos, en pequeños grupos, que las parroquias están de alguna manera envejecidas … Darse cuenta de que hay muchos jóvenes que creen en Jesús como ellos, de su edad, que participan de sus inquietudes, y de sus aficiones…, esto es coraje y ánimos para ellos».
Sábado en Tortosa
Durante la mañana los jóvenes fueron llegando al Parque de Teodoro González. Allí les esperaba la música de DJ NIRA, que les hizo bailar desde el primer instante. A continuación, la Asociación Cultural 4més1 y los Gaiteros del Aguilot les hicieron bailar danzas tradicionales, y vieron el espectáculo del Mago Cesc Vives.
El acto de bienvenida comenzó de forma oficial con el espectáculo de los abanderados de la Fiesta del Renacimiento, que se celebra en Tortosa cada mes de julio. La alcaldesa, Meritxell Roigé, dio la bienvenida a los jóvenes: «Nos hemos implicado muchísimo, porque consideramos que es un evento muy importante para la ciudad. Hemos querido mostrar qué es la ciudad de Tortosa a todos los que han venido de fuera y les hemos enseñado parte de nuestra cultura». La mañana concluyó con el drama El bar de Sicar, inspirado en la historia de la samaritana que buscaba saciar su sed de felicidad bebiendo los pozos que el mundo le ofrecía, y con todos los jóvenes cantando juntos el himno del Aplec, compuesto por el grupo de música cristiana Canta la teva fe .
Por la tarde los 700 adolescentes se separaron de los grupos de universitarios, y se dirigieron hacia el parque de la Universidad Rovira i Virgili. Allí fueron a encontrar cinco pozos que contienen diferentes aguas, como el agua de la libertad, del poder o de la imagen. Jóvenes disfrazados de personajes famosos como El lobo de Wall Street, Kim Jong Un o una youtuber famosa les animaban a beber de esta agua, a partir de juegos y de mucho humor. Al final unos jóvenes dieron su testimonio de cómo ellos bebieron de uno de los pozos y no fueron felices. El drama Lifehouse everything y las palabras del obispo Antoni Vadell recordando que Jesús tiene sed de ellos cerraron aquella tarde.
Mientras tanto, los universitarios habían hecho una gincana por la ciudad, antes de llegar a varios puntos de la ciudad donde pudieron escuchar y hacer preguntas a testigos que les explicaron cómo descubrieron cuál era su vocación.
Eucaristía del Aplec de l’Esperit
El sábado por la tarde la Catedral de Tortosa se llenó de jóvenes. Tantos, que algunos siguieron la Misa sentados en el suelo. También muchos adultos quisieron compartir con los jóvenes esta Eucaristía, presidida por el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, y concelebrada por todos los obispos de las diócesis con sede en Cataluña y Baleares, a excepción, por razones de salud, del obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustí Cortés.
Durante la homilía, el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, planteó a los jóvenes cuatro preguntas: «¿De qué tenéis sed, queridos jóvenes? ¿Tenéis sed de ser felices? ¿Tenéis sed de poner vuestro grano de arena en este mundo? ¿Tenéis sed, de verdad, de seguir a Jesús? ¿Tenéis sed de sentiros queridos como nunca nadie os ha querido, o de amar de una manera incondicional, sin reservas, sin pretensiones y dobles intenciones? Pues, no lo dudéis, dejaros amar por Jesús, abridle el corazón, abridle la vida y dejad que su espíritu, el Espíritu Santo, que hoy estamos esperando, haga maravillas con vosotros. Si lo hacéis nunca os arrepentiréis».
«Cantaremos y alabaremos a Dios juntos!»
Así se presentó una de las mejores bandas de música cristiana de alabanza del mundo, el grupo británico Worship Central, auténtica estrella de la noche del Aplec de l’Esperit, en la zona de conciertos del Seminario de Tortosa. Los jóvenes siguieron y cantaron las letras de las canciones de alabanza a Dios con una pantalla situada detrás del escenario. «Pensad en una persona que deseéis que tenga a Dios, y rogad por ella en este momento», propuso en un momento del concierto el cantante, Luke Hellebronth. Oración, baile y canto se fueron alternando naturalmente al concierto, que fue precedido por una sesión de música disco de DJ Nira, y que terminó con un rato de adoración al Santísimo, acompañada musicalmente por Worship.cat, que concluyó con todos los jóvenes saltando al ritmo de la canción Et seguiré .
Domingo en Sant Carles de la Ràpita
El domingo los jóvenes se trasladaron al Paseo marítimo de Sant Carles de la Ràpita. El arzobispo de Barcelona, ​​el cardenal Juan José Omella, presidió una celebración en la que el delegado de juventud del Obispado de Solsona, Marc Trulls, hizo la catequesis.
Los jóvenes renovaron las promesas bautismales en el Parque del Garbí. Con los parlamentos del obispo de Girona, Francesc Pardo, del obispo de Tortosa, Enric Benavent, y del director del Secretariado Interdiocesano de Juventud, Bruno Bérchez, se cerró el Aplec. Una mascletà y el himno del Aplec, Cristo es la vida, pusieron punto y final a este 12º Aplec de l’Esperit.
Valoraciones de los jóvenes
Los jóvenes han salido muy entusiasmados de este Aplec de l’Esperit y lo han compartido con la organización. Aquí os dejamos una muestra de tres mensajes:
Marta Cabrera, joven de 18 años y de la Parroquia de Sant Joan de Valls, explicó cómo vivió la jornada del Aplec del sábado: «Lo he recibido con mucho amor, la verdad, no pensaba que fuera así. Y realmente, soy una persona que he tenido muchas dudas, y ahora mismo estoy empezando a centrarme y me está sirviendo mucho, la verdad».
Elena Canals, de 21 años y proveniente del Obispado de Mallorca, escribió por Instagram: «Me ha gustado muchísimo el Aplec. Para el próximo estaré seguro. Muchos ánimos y continuad haciendo esto para nosotros los jóvenes, poco a poco habrá más».
Nadia Espinoza, de 18 años y de la Parroquia de Sant Esteve de Granollers, agradeció también con un mensaje la experiencia: «Mil gracias por este APLEC DE L’ESPERIT 2018! Una experiencia intensa, muy vivida, entrañable, familiar, acogedora … Me vuelvo a casa muy renovada, amo más a Dios… ¡Que perdure siempre! ¡Nos vemos el próximo Aplec de l’Esperit!».