Fecha: 2 de julio de 2023

Hemos llegado un año más al verano, y son muchas las ciudades y pueblos que celebran su fiesta mayor durante este tiempo de verano. Todos sabemos qué es una fiesta mayor, las hemos vivido o las vivimos y, cuando coinciden, para algunos, con días o tiempos de vacaciones, no hay duda de que suponen un motivo de alegría, de merecida distensión de las inquietudes y problemas del día a día. Con la aparición de los municipios en el siglo XIX, el concepto de fiesta mayor llegó a ser la máxima expresión identitaria de una comunidad, y así sigue siéndolo en muchos casos.

Existe sin embargo el peligro de que unas celebraciones que quieren ser populares y que quieren ofrecer espacios de distensión en la convivencia diaria habitual, pierdan su sentido original que fundamentalmente estaba en su origen en celebraciones religiosas y de convivencia entre los vecinos de los barrios, de los pueblos y también de las ciudades. Si miramos nuestra historia, los orígenes de las tradiciones populares en general y de las fiestas mayores en particular, descubriremos que son fiestas arraigadas en la fe y la religiosidad popular y es por eso que suelen coincidir con fiestas dedicadas al Señor, a María, la Virgen, o a los santos, que son   testigos para vivir la vida cristiana en cada momento de la historia. Quizás una de las manifestaciones más antiguas de fiesta religiosa y popular sea la del Corpus, tradición fuertemente arraigada en nuestros pueblos, fiesta en la que al principio participaban todos los estamentos y elementos simbólicos e identitarios, como es el caso de los bailes populares de una comunidad, y que posteriormente se incorporaron a la fiesta mayor.

¡Ya es Fiesta Mayor, sí! Pero no olvidemos su dimensión social y religiosa, de respeto y buena convivencia entre los habitantes de un mismo territorio. Y menos aún, no olvidemos a aquellos que pasan algún tipo de necesidad, pobreza, enfermedad, soledad, falta de vivienda, marginación. Ni olvidemos tampoco la vivencia y las manifestaciones de la fe que pide ser respetada y valorada como un elemento de construcción y de cohesión social.