«Sal de tu tierra», para evangelizar la Tierra. Seguramente así se resumiría la temática abordada en la segunda de las jornadas previas a la celebración del Domund 2016 en Tarragona, en este 90 aniversario.
El objetivo de esta primera mesa redonda, que ha tenido lugar este martes día 4 de octubre, era mostrar a los responsables de la formación misionera de los fieles, el sentido y la finalidad de la Jornada Mundial de las Misiones, a través de la exposición misionera y los materiales elaborados para la preparación y celebración del día del Domund.
En el espacio Muralla del Centro Tarraconense El Seminario se dieron cita varios maestros y profesores para escuchar las intervenciones de responsables diocesanos de la catequesis, de la educación, del profesorado de religión y delegados de misiones.
Presidió el arzobispo Mons. Joan Enric Vives, obispo de Urgell, que se congratuló por el hecho de que Tarragona, «sea la sede del Domund 2016 y que las conclusiones de las jornadas se proyecten en todo el país». Hizo hincapié en la celebración del Año de la Misericordia, «para conectar este año, y aquí, con la dinamización misionera».
Tomando como referencia, el capítulo 12 del libro del Génesis, el prelado mencionó que la vida cristiana «va plantando campamentos, y así el pueblo de Dios va avanzando». Mons. Vives aseguró que el Domund es algo tan profundo que no se puede circunscribir a un domingo al año «para recaudar donativos» sino que es un mensaje y compromiso que «debe captar todas las generaciones».
Presentación de los Guiones
Aurora Picó, de la delegación diocesana de Misiones de Sant Feliu de Llobregat, fue la encargada de moderar la mesa redonda. Como maestra jubilada manifestó la necesidad de transmitir la realidad de los que sufren, y abogó «por una mayor presencia del hecho misionero en los planes pastorales».
Por su parte, D. Norbert Miracle, delegado diocesano de Enseñanza de Religión en la archidiócesis de Tarragona comentó, abastecimiento, todos y cada uno de los Guiones de formación misionera, editados por Obras Misionales Pontificias «de gran utilidad para los maestros, con respecto a los diferentes niveles educativos». Guiones de formación misionera dirigidos a la infancia, los adolescentes y los jóvenes. D. Norbert ante los inputs diversos que reciben los estudiantes aseguró que «ellos necesitan testimonios, más que el mismo maestro». Y sobre testimonios citó el gesto del Papa Francisco, cuando ayer mismo por sorpresa visitó la escuela de Amatrice, en Italia, devastada por el terremoto: «Este es un testimonio misionero extraordinario», concluyó el sacerdote.
Catequesis y escuela
El delegado diocesano de Catequesis y Catecumenado, D. Xavier Morell, hizo suya la frase del apóstol Pablo a los de Corinto: «Cristo no me envía a bautizar, sino a evangelizar». Y la evangelización se despliega en tres etapas: la acción misionera, la acción catequética y la acción pastoral. Señaló que las misiones, que todos de pequeños hemos conocido, son parte de la Iglesia, «porque queremos llegar a aquellos que en un sentido territorial están lejos de las comunidades de tradición cristiana, pero también de aquellos que muy cerca nuestro, viven alejados de la fe». Posteriormente dijo que hoy nos planteamos cómo hacer una conversión misionera de la catequesis. Y cuando nos preguntamos cómo darle un auténtico impulso misionero, apuntamos más allá de la consideración para con los niños, adolescentes y jóvenes, «para situarnos en el mundo de los adultos».
De aquí que D. Xavier Morell manifestara que «si queremos evangelizar Europa, si nuestra catequesis queremos que sea iniciación cristiana, hay que buscar o desarrollar nuevos modelos catequéticos».
Rosa Maria Piqué, responsable del Área pastoral y socioeducativa de la Fundació Escola Cristiana de Catalunya (FECC), se refirió a la necesidad de incluir en la vida educativa de los centros, la dimensión misionera. Inicialmente habló de esta fundación que reúne unas 400 escuelas, que definen en sus bases el carácter propio, donde se educan alrededor de 250.000 alumnos. Por el carisma, en algunos casos queda explicitada la dimensión misionera, y citó un texto literal: «Nuestro ideal es que estos valores estén presentes en toda la labor del Colegio como vía de nuestra dimensión misionera».
A partir de aquí, Rosa Maria Piqué manifestó que desarrollando la vivencia de la fe a través de los valores evangélicos, ofreciendo testimonio o implementando actividades de apoyo, entre otros, «vemos que buscan ser testigos vivos de Cristo, potencian el compromiso, el sentido de pertenencia a una misma iglesia, toman conciencia de las necesidades, sensibilización por lo que pasa más allá de nuestra casa, o la donación personal, como algunas de las virtudes».
Añadió que aquí radica la gran tarea, «por la que somos llamados y en la que se potencia esta responsabilidad misionera».