Estas es una de las conclusiones del 29º Coloquio Europeo de Parroquias (CEP) celebrado en Barcelona del 9 al 14 de julio bajo el lema «Cristianos en Europa: un pueblo con una misión». En esta edición han participado 160 personas procedentes de trece países europeos.
En las conclusiones del Congreso en Barcelona, que se puede consultar, junto con todas las conferencias, en la página web del Coloquio, www.cep-europa.org , el P. Bernard Quintard, vicario general de la diócesis de Rodez, en Francia, y experto permanente en el Consejo del Coloquio Europeo de Parroquias, constata que «necesitamos redefinir lo esencial de nuestra vida y de nuestra fe cristiana para evangelizar. […] Se nos pide ser signos de esperanza para tantos contemporáneos nuestros que lo necesitan y para que esto sea posible es necesario deshacernos de todo lo que nos retiene en los límites del miedo ». «La misión de nuestras parroquias es la misión de los bautizados que forman parte. No puede haber parroquia con una misión ni comunidades cristianas si no hay cristianos, […] por tanto, los mismos cristianos somos también los codestinataris de la evangelización. En este sentido, las conclusiones definen la parroquia como un lugar de aprendizaje, de diálogo, de respeto a las diferencias y de igualdad en dignidad, también de corresponsabilidad entre sus miembros. En cuanto a las calidad de las relaciones intracomunitarias también se apunta que este indicador será clave para entender las relaciones de la Parroquia con su entorno social y cultural.
El Congreso iniciaba el día 9 de julio con la misa inaugural en la parroquia de la Virgen de la Bonanova presidida por el cardenal-arzobispo de Barcelona, Mons. Juan José Omella y concelebrada por un obispo y una quincena de sacerdotes de diferentes países. También asistió el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña, Sr. Enric Vendrell.
Según el cardenal-arzobispo de Barcelona, nuestra sociedad es «como un desierto, en el que hay mucha soledad y pobreza y en el que cada uno va a la suya». Pero en este desierto hay unos oasis. «Uno de estos oasis es la parroquia, en la que podemos rehacer las fuerzas, reencontrar el agua y dialogar con la gente para explicar lo que llevamos en el corazón», dijo. Y añadió: «Necesitamos cristianos que abran la puerta de la parroquia y del corazón para escuchar e introducir la gente en la fraternidad, en la que se puede compartir la vida y el pan de la Eucaristía».
¿Qué es el Coloquio Europeo de Parroquias?
Cada dos años cristianos comprometidos de las parroquias de Europa se encuentran en un ambiente fraternal para enriquecerse mutuamente e intercambiar experiencias pastorales. Partiendo de las respuestas a una encuesta distribuida por los diferentes países europeos se programan conferencias a cargo de expertos que profundizan en el tema a tratar. En esta cita se ha contado con mesas de experiencias pastorales y grupos de trabajo para compartir y profundizar la vivencia del día a día. Los participantes también han visitado la realidad de algunas parroquias de la archidiócesis de Barcelona y el templo de la Sagrada Familia, donde a su cripta han celebrado la eucaristía.