Ayer, 4 de mayo, en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, el Muy Hble. Artur Mas, Presidente de la Generalitat, entregó la «Creu de Sant Jordi» a 27 personalidades y a 15 entidades que se han destacado en el servicio a Catalunya en el plano cívico y cultural.
La «Creu de Sant Jordi» es uno de los máximos reconocimientos que puede recibir una persona o una entidad por parte de la Generalitat de Catalunya. La distinción se creó en 1981 con el fin de distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Catalunya.
El sacerdote Mn. Josep Maria Aragonés Rebollar, presbítero de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat y canónigo emérito de la Catedral de Barcelona, ha sido galardonado «en reconocimiento a su compromiso cívico y a una actividad espiritual ejercida como representante de un cristianismo abierto, acogedor y arraigado en Catalunya. El activismo cultural que lo distingue ha contribuido valiosamente a la dinamización del municipio de Torrelavit y del Penedès con diversas iniciativas, muchas de las cuales dirigidas a niños y a jóvenes».
Entre las entidades, ha recibido la «Creu de Sant Jordi», en forma de placa, la Comunidad de Monjas Benedictinas del Monasterio de San Daniel de Girona, «en la celebración del milenario de este cenobio, creado a partir de la venta del alodio de San Daniel a la condesa Ermessenda y a su esposo, el conde Ramón Borrell. Su comunidad, la única benedictina femenina de Catalunya que reside en el mismo lugar donde nació, la integran actualmente siete monjas que tiene un amplio apoyo social y que promueven el papel del monasterio como referente de patrimonio e impulsor de cultura».
La Fundación Hospital de San Pablo y Santa Tecla, entidad vinculada a un centro sanitario creado hace 550 años, con orígenes en el siglo XII, la ha recibido «por su contribución continuada a la salud y al bienestar de la ciudad de Tarragona i de su entorno. Cabe destacar su atención a las personas de cualquier condición, incluidas las más desvalidas, y su capacidad de adaptación a las vicisitudes históricas y a las nuevas necesidades sanitarias y sociales».
El Grupo de Trabajo Estable de las Religiones (GTER) ha sido galardonado «como entidad pionera en la Península Ibérica y de referencia en Europa en su ámbito. Lo integran representantes de diversas confesiones que hacen del diálogo interreligioso una base de convivencia, de pedagogía y de acción desde valores como la paz, la armonía entre las creencias y la colaboración, para contribuir a un mundo humanamente más respetuoso, culturalmente más plural y socialmente más inclusivo».
Han asistido al acto, muy concurrido, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, el arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, el obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustí Cortés, el obispo de Girona, Francesc Pardo y el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, entre otras personalidades.

Barcelona, 5 de mayo de 2015

Fuente : Gabinet d’Informació de l’Església a Catalunya