En estos días, pedimos a todos los católicos que recen, que pidan la bendición de Dios sobre Cataluña, que vive un momento delicado de su historia.
Pedimos también a Dios por todas las personas que tienen la responsabilidad en el gobierno de las diferentes administraciones públicas, de la gestión del bien común y de la convivencia social.
La Iglesia quiere ser fermento de justicia, fraternidad y comunión, y se ofrece para ayudar en este servicio en bien de nuestro pueblo.
Animamos a todos, especialmente a los laicos cristianos, a ser responsables y comprometidos en la vida pública, para avanzar en el camino del diálogo y del entendimiento, del respeto a los derechos y las instituciones y de la no confrontación, ayudando a que nuestra sociedad sea un espacio de fraternidad, de libertad y de paz.
Que la sensatez y el deseo de ser justos y fraternos nos guíe a todos.

Barcelona, 20 de septiembre de 2017

Fuente : Gabinet d’Informació de l’Església a Catalunya