La Carta encíclica Laudato si ( Alabado seas ) del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa de todos, dirigida a los católicos y a «cada persona que habita este planeta», ha sido presentada en un acto académico celebrado en el Aula Magna del Seminario Conciliar de Barcelona.
El acto ha sido presidido por el Cardenal Arzobispo de Barcelona, ​​Dr. Lluís Martínez Sistach, acompañado por el decano de la Facultad Antoni Gaudí de Historia de la Iglesia, Arqueología y Artes Cristianas (FHEAG), Dr. Armand Puig, el decano de la Facultad de Teología de Cataluña (FTC), Dr. Joan Planellas y el decano de la Facultad de Filosofía de Cataluña (FFC), Dr. Jaume Aymar.
Los profesores Dres. Emili Marlés (FTC), Lluc Torcal (FHEAG) y Miquel Ramón Fuentes (FFC), especialistas en la relación entre la ciencia y la teología, han expuesto los diferentes temas de la encíclica, en los que el Papa Francisco intenta «especialmente entrar en diálogo con todos a propósito de nuestra casa común». El Papa pone como ejemplo a San Francisco por «el cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad».
En el primer capítulo de la encíclica, el Papa trata de la situación actual de nuestro planeta, haciendo referencia a la contaminación y al cambio climático, al derecho humano básico de acceso al agua potable y segura, a la pérdida de la biodiversidad, al deterioro de la calidad de la vida humana y a la degradación social, y a la debilidad de la reacción colectiva ante estas situaciones.
En el segundo capítulo, el Papa expone la doctrina de la creación del mundo por parte de Dios y afirma, citando a san Juan Pablo II, que «si el solo hecho de ser humanos mueve a las personas a cuidar el ambiente del que forman parte, ’los cristianos, en particular, descubren que su tarea dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador forman parte de su fe’».
En los otros cuatro capítulos, el Papa trata de la raíz humana de la crisis ecológica, hace la propuesta de trabajar por una ecología integral, da algunas líneas de orientación y acción y apuesta por otro estilo de vida, que eduque en la alianza entre la humanidad y el medio ambiente y nos permita vivir también una espiritualidad ecológica. Una plegaria por nuestra tierra y una plegaria cristiana con la creación concluyen la encíclica.
En las palabras finales del acto, el Cardenal Martínez Sistach agradeció a los ponentes su aportación, subrayó el diálogo como eje transversal de la encíclica, así como el mensaje esperanzador del Papa de que el ser humano todavía tiene capacidad de cuidar la casa común y terminó recomendando que se lea la encíclica y se ponga en práctica.

Barcelona, ​​17 de septiembre de 2015

Fuente : Gabinet d’Informació de l’Església a Catalunya