Fecha: 23 de junio de 2025
Durante la misa de la Solemnidad del Corpus Christi, el cardenal Omella ha pedido ser portadores de la paz en el mundo.
Este domingo 22 de junio ha tenido lugar la misa de la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. Este año, el programa ha puesto en el centro la esperanza y la figura de la mujer, con el lema “Peregrinos de Esperanza”. Está inspirado en el Año Jubilar convocado por el papa Francisco. Bajo un sol de justicia, como es tradición, la celebración ha tenido lugar en el Pla de la Seu, a los pies de la Catedral de Barcelona. La misa se ha llenado de fieles, entre los que destacaban las cofradías y entidades del seguici popular.
Unas 1.600 personas han asistido a la celebración y la plaza ha estado completamente llena. Incluso ha habido personas que han seguido la misa de pie. Entre las autoridades y representantes de entidades civiles asistentes, han estado el conseller de Justicia, Ramon Espadaler; el teniente de alcaldía de Prevención, Seguridad, Convivencia y Régimen Interior, Albert Batlle, el director general d’Afers Religiosos de la Generalitat, Ramon Bassas, y el presidente de Cáritas Diocesana de Barcelona, Eduard Sala, entre otros.
«Hoy la paz en el mundo suena más fuerte»
El arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, ha presidido la celebración acompañado de los obispos auxiliares, Mons. David Abadías y Mons. Javier Vilanova i Pellisa. También han asistido los miembros del Cabildo de la Catedral, los vicarios del Arzobispado y otros sacerdotes diocesanos. Durante la homilía, el cardenal Omella ha pedido por la paz en el mundo. «Oremos y trabajemos por la paz en el mundo, y hoy esta palabra suena más fuerte. Paz en Europa, paz en Oriente —la situación es complicada—, paz en nuestro país, paz en África. Pensemos en países como Ucrania, pero también en la paz en nuestra familia o vecindario, seamos portadores de paz».
El cardenal también ha apelado a la comunión. «Necesitamos vivir en comunión y fraternidad porque vivimos en un mundo globalizado, y todos somos hijos de Dios, hablen la lengua que hablen, sean de la raza que sean, del origen que sean, todos somos hermanos, hijos del mismo Dios». El cardenal Omella también ha destacado el trabajo que hacen entidades como Cáritas en la atención a los colectivos más vulnerables de la sociedad. Por ello, el arzobispo de Barcelona y presidente de Cáritas Barcelona ha animado a los fieles a colaborar con la entidad.
Procesión por el barrio Gótico
Al finalizar la misa, ha salido la tradicional procesión del Corpus, con el Santísimo Sacramento en la custodia gótica del siglo XIV, portada sobre el trono del rei Martí l’Humà. La procesión ha comenzado hacia las 18:45 h, acompañada del seguici religioso y popular. El recorrido ha sido el habitual y ha pasado por la Plaça Nova, c/ dels Arcs, c/ de Cucurulla, Pl. de la Cucurulla, c/ del Pi, Pl. de Sant Josep Oriol, Pl. del Pi, c/ del Cardenal Casañas, la Rambla, c/ de Ferran, Pl. Sant Jaume y c/ del Bisbe. La única parada que se ha hecho durante la procesión ha sido en la plaza del Pi. Allí se ha leído un manifiesto en recuerdo a las víctimas del atentado terrorista de Barcelona y Cambrils de 2017. Habitualmente esta lectura se hacía en La Rambla, en el mosaico de Joan Miró, punto donde se produjo el ataque. Sin embargo, se ha tenido que adaptar por las obras de reforma.
A punto de ponerse el sol, el seguici popular ha finalizado en la plaza de la Catedral. Allí, el bestiari festivo y popular ha hecho la reverencia al paso de la custodia y los Falcons de Barcelona han erigido una construcción en su honor. Después, el ball de l’Àliga de la Ciutat y los Gegants de la Ciutat han actuado ante la custodia. Se trata de uno de los momentos más emblemáticos, que ha dado paso a la bendición final. La celebración ha culminado con el canto del Virolai entonado por todos los fieles.
La Vigilia Eucarística Diocesana del Corpus Christi
Todo ello ha tenido lugar al día siguiente de la Vigilia Eucarística Diocesana del Corpus Christi celebrada en la Sagrada Familia. La misa fue presidida por el cardenal Omella, acompañado por los obispos auxiliares de Barcelona: Mons. Javier Vilanova Pellisa y Mons. David Abadías Aurín. Hacia las 21 h comenzó la adoración eucarística y la oración de vísperas. Al finalizar, la custodia fue trasladada en procesión a la cripta, donde se inició la vigilia por turnos hasta primera hora de este domingo.
Mientras tanto, en la Catedral de Barcelona ha tenido lugar un cercavila de gegants por la vigilia del Corpus. Han participado los Gegants de la Ciutat i els Capgrossos Macers, els Gegants grans i petits del Pi i els Gegants de Santa Maria del Mar. El recorrido ha durado casi dos horas, comenzando en el Pla de la Seu y finalizando en la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Una vez finalizado, el Ball de Diables de Barcelona – Revenedors ha hecho una representación con fuego del ball parlat en la avenida de la Catedral. Al terminar, ha tenido lugar el desfile con fuego por los alrededores.
Sílvia Muñoz Martin
