Cerca de doscientos maestros y profesores de religión de Cataluña se encontraron, el pasado sábado día 15 de abril, en la Abadía de Montserrat, con motivo de la XVII Jornada que organiza el Secretariat Interdiocesà d’Ensenyament de Religió a Catalunya (SIERC) y la Fundació Escola Cristiana de Catalunya (FECC).

El encuentro comenzó con un acto conjunto en el que intervinieron Mn. Manel Duaso, delegado de Enseñanza del obispado de Sant Feliu; Meritxell Ruiz, secretaria general de la FECC; Carles Armengol, director general de Afers Religiosos de la Generalitat de Catalunya; el abad de Montserrat, P. Manel Gasch, y el arzobispo Joan Planellas, como presidente del SIERC.

El arzobispo Joan, en su discurso, agradeció la labor que llevan a cabo los maestros y profesores de religión católica en las escuelas del país y pidió que el nuevo currículum de la asignatura «se vea como una oportunidad nueva, unitaria y conjunta de nuestra Iglesia». En este sentido, durante la jornada se hizo entrega a todos los asistentes del libro Situacions d’aprenentatge i rúbriques d’avaluació en el nou currículum de religió catòlica (LOMLOE).

Seguidamente, el jesuita P. Enric Puig ofreció una conferencia sobre el Pacto Educativo Global que propone el papa Francisco, una propuesta que invita a trabajar en favor de un cambio de mentalidad global a través de la educación de los niños y jóvenes.

Una vez finalizada la charla, los docentes asistentes se dividieron en varios grupos para asistir a los talleres planteados: hasta un total de diez propuestas de temáticas diferentes, como la prevención de malos tratos y abusos, el proyecto pedagógico de la Escolanía de Montserrat, la teología en el nuevo currículum de la asignatura o la oración a través de la Biblia.

La jornada culminó con la celebración de la eucaristía en la Basílica de Santa Maria de Montserrat, que presidió el arzobispo Joan.

Manifiesto de la XVII Jornada de maestros y profesores de religión

Como resultado de esta decimoséptima edición, se ha publicado un manifiesto que recoge tres reflexiones. En primer lugar, se afirma «la presencia de la educación religiosa de niños y jóvenes en Cataluña», asegurando que «sin la religión en la escuela nos empobrecemos no sólo como personas, sino también en la calidad de una sociedad que se quiere capaz de diálogo y escucha».

Por otra parte, se pone de manifiesto «el compromiso con la propuesta del Pacto Educativo Global hecha por el papa Francisco que nos lleva, como portadores del Evangelio, a poner en el centro de nuestra labor educativa a la persona». Y, finalmente, se constata que el «testimonio de esperanza inherente a la educación religiosa» es muy necesario «en un contexto marcado por el desencanto, la duda, las distopías sociales y la falta de relatos para asumir la propia situación de contingencia y vulnerabilidad de la persona humana”.

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