Fecha: 28 de octubre de 2024

Una cincuentena de representantes de las quince entidades sociales de la archidiócesis de Tarragona participaron, el sábado día 26 de octubre, en el tercer Encuentro diocesano de entidades sociales organizado por la Delegación diocesana para la pastoral social.

El acto, que tuvo lugar en el Centre Tarraconense El Seminari, comenzó con la bienvenida por parte de M. Montserrat Esporrín, delegada diocesana para la pastoral social, que puso de manifiesto la necesidad de encontrarnos «para intercambiar experiencias». Con este objetivo, Esporrín presentó un tríptico que se ha editado donde se recogen los datos básicos de todas las entidades sociales que trabajan en la archidiócesis de Tarragona, una herramienta que muestra cómo la Delegación «avanza haciendo red, aglutinando un abanico de situaciones y realidades muy diferentes hacia los más desprotegidos». El tríptico, que se repartirá a todas las entidades sociales y también a las parroquias, debe servir para «orientar a las personas vulnerables que buscan ayuda».

Por último, Esporrín recordó a los asistentes que «para las personas en situación de precariedad podemos suponer una brizna de esperanza y de dignidad» y, haciendo referencia a la encíclica Dilexit nos, expresó que «a partir del encuentro con el amor de Cristo seremos capaces de tejer lazos fraternales, de reconocer la dignidad de todo ser humano y de cuidar juntos nuestra casa común».

Presentación del nuevo Secretariado diocesano de migraciones

A continuación, Mn. Clemente Lucena, director del Secretariado diocesano de migraciones, presentó este nuevo organismo que se ha creado en la archidiócesis de Tarragona. Mn. Clemente expuso que «tenemos muchas personas migrantes en nuestro país, personas con nombres y apellidos, con una historia y un sufrimiento, y por tanto hay que acogerlas y darles dignidad». En este sentido, explicó que la labor del nuevo Secretariado no es realizar una pastoral para las personas migrantes, sino «hacer una pastoral con las personas migrantes, integrándolas teniendo siempre en cuenta las situaciones complicadas que viven».

Por otra parte, también apuntó que las personas migrantes «son una solución de fe y de esperanza para nuestra Iglesia». «El pueblo de Dios nació migrante: Abraham salió de los caldeos buscando la tierra prometida; Moisés llevó al pueblo a Israel desde Egipto, y el mismo Jesús tuvo que migrar hacia Egipto», dijo. Desde este nuevo Secretariado, señaló, «se quiere visibilizar las situaciones de las personas migrantes y realizar pequeñas acciones en diversas parroquias para que sientan la necesidad de acoger en su diversidad, haciendo lazos de integración cultural para crecer juntos».

Mesa redonda «Acoger y acompañar para crecer»

La jornada continuó con una mesa redonda, moderada por M. Rosa Magriñà, coordinadora del proyecto Aixeca’t de la Fundació Pont i Gol, en la que algunos testimonios hablaron sobre la acogida y el acompañamiento que realizan desde sus realidades.

En primer lugar, la Hna. Narcisa Fiol, c.c.v., ofreció un contexto espiritual del acompañamiento a partir del pasaje de la aparición de Jesús a los discípulos de Emaús. En primer lugar, Jesús se acerca a dos personas que se encuentran en un momento de decepción, de crisis, y lo hace con delicadeza, interesándose por lo que les preocupa en ese momento de fragilidad. «Este acompañamiento de Jesús les hace el camino más llevadero, y también nosotros debemos crear vínculos y espacios seguros para saber mirar a las personas que acompañamos y que ellas también puedan mirarnos a nosotros», indicó.

A partir de ahí, Jesús les pregunta por sus problemas «y eso les cautiva y les permite compartir los tormentos que llevan en el alma. Jesús pregunta por acoger, por integrarse en lo que conmueve a los caminantes y que puedan expresar lo que de verdad están viviendo». En el momento en que el Mesías hace memoria, «los discípulos comienzan a sentir el consuelo ya entender lo que han vivido. Entonces Jesús comienza la catequesis, toma la palabra para que puedan entender su situación».

Un paso importante —explicó Hna. Narcisa— es cuando los discípulos invitan a Jesús a quedarse con ellos, y cuando parte el pan le reconocen: «Es el momento en que constatan la certeza más profunda de que Dios está entre nosotros, la comida se convierte en la fiesta de la proximidad de Dios.» Con esta certeza, Jesús desaparece, «pero ellos se ponen de nuevo en camino, hacia Jerusalén, para anunciar la alegría. Vuelven a sus vidas transformados por la presencia del Señor», aseguró. Así, invitó a vivir el acompañamiento con la certeza de que «el Espíritu es el amigo invisible, el gran acompañante que nos ayuda a entender cómo debemos actuar en cada momento».

Tras esta intervención, Carmen Cumplido, trabajadora social y directora de Llar Natalis, expuso cómo se hace el acompañamiento en esta entidad que vela por la acogida de madres gestantes que, por la situación precaria en la que se encuentran, sufren graves dificultades que ponen en riesgo poder continuar con su embarazo. Aquí, el proceso de acogida se inicia cuando las mujeres, que son derivadas desde otros organismos a Llar Natalis con los correspondientes informes, conocen el centro antes de ingresar en él.

Cuando ya forman parte de la comunidad, conviven con otras mujeres con situaciones similares, y están atendidas ininterrumpidamente por las hermanas Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará y también por un grupo de voluntariado. «La acogida es la puerta de entrada al servicio que ofrecemos, y valoramos cada situación de forma individual e integral, marcando un plan de trabajo para cada mujer», explicó Cumplido.

Finalmente, Vicenç Veses, director del Secretariado diocesano del apostolado del mar – Stella Maris, presentó la labor que desarrolla esta organización, que es la mayor red de visitantes de barcos del mundo y que en Tarragona cuenta con una treintena de voluntarios  «Los marineros tienen unos contratos de nueve meses de trabajo, en los que están fuera de casa y están, básicamente, a bordo», dijo.

Desde Stella Maris se ofrece la acogida a los barcos, «se les visita y se les cubren pequeñas necesidades que para ellos son el cielo». También se les da una acogida espiritual, ya sea celebrando la eucaristía a bordo o bien con la atención personal del consiliario o sencillamente orando en el oratorio del Centro. Y también se les acompaña «en situaciones de adversidad, en momentos de enfermedades graves o incluso de defunciones».

Arzobispo Joan: «El trabajo de las entidades sociales es un trabajo de Iglesia»

Como clausura del encuentro, y antes de visitar la pequeña feria de las entidades sociales instalada en el claustro de Sant Pau, el arzobispo Joan Planellas dirigió unas palabras, en primer lugar, de agradecimiento a la Delegación «por haber ido consolidando el conocimiento mutuo entre las entidades sociales de la Iglesia diocesana de Tarragona».

Por otra parte, invitó a «mostrar el trabajo de nuestras entidades como un trabajo de Iglesia, haciendo una propuesta positiva de la fe cristiana». De manera especial, «los profesionales deben recibir una formación para que puedan ser capaces de transparentar el Evangelio de Jesús en la realidad concreta en la que actúan». «Oyéndonos acompañados por el Maestro y por los hermanos con los que hacemos camino, iremos descubriendo a la Iglesia como el hogar de la fraternidad cristiana», expresó.

Por último, dio las gracias a todas las entidades sociales por su testimonio, y aseguró que «cuando las cosas se hacen con el corazón, la gente nos entiende».

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